22 julio 2007

Mala digestión y su efecto en nuestra salud

No sólo es importante la calidad de los alimentos que comemos, sino cómo los digerimos y
absorbemos.
Para que los alimentos sean digeridos completamente, no dejen ningún residuo tóxico y no
interfieran con los procesos metabólicos, cada enzima y jugo digestivo deben ser segregados en
la cantidad adecuada y en el momento preciso y la pared intestinal debe encontrarse en un buen
estado de salud.
Si esto no es así, se produce una mala digestión o una mala absorción de los alimentos, lo que
puede estar relacionado con una infinidad de problemas de salud, ya que no sólo somos lo que
comemos sino que somos lo que absorbemos de nuestra dieta.
Motivo de alergias
Las proteínas parcialmente digeridas son un factor fundamental en los problemas de alergias.
Cuando la digestión de las proteínas no es completa, estas pueden ser absorbidas en la sangre
parcialmente digeridas e inducir una respuesta alérgica a los alimentos.
Al exponer el sistema inmunitario a las proteínas parcialmente digeridas, éste reacciona contra
ellas produciendo una respuesta alérgica que ocurre tanto en la pared intestinal, dando lugar a
irritación e inflamación, como de manera sistémica, produciendo problemas en la piel, dolores de
cabeza, infecciones frecuentes, fiebre del heno, asma o incluso problemas mentales.
La digestión de las proteínas comienza en el estómago.
Los jugos gástricos secretados en el estómago contienen ácido hidorclorídrico, encargado de
acidificar los alimentos y parar la acción de la enzima salival.
También contienen una enzima proteolítica denominada pepsina encargada de la digestión de las
proteínas.
La pepsina necesita de un entorno ácido para comenzar la ruptura de la proteína y por eso es
tan importante que haya una suficiente secreción de ácido hidroclorídrico en el estómago.
En el intestino
Una vez que el alimento entra en el duodeno comienza la fase intestinal de la
digestión, en la que se completa la digestión de los carbohidratos, proteínas y grasas, que se
rompen hasta convertirse en unidades absorbibles.
En la boca comienza la digestión de los carbohidratos gracias a la saliva que contiene la amilasa
salivaria.
El páncreas secreta enzimas proteasas, amilasas y lipasas para la digestión de proteinas,
carbohidratos y grasas, respectivamente, en el duodeno.
La correcta digestión de las grasas depende de unos niveles adecuados de la enzima pancreática
lipasa y de la efectividad de la bilis.
La bilis se encarga de emulsionar las grasas y facilitar su asimilación por el organismo.
Aquellas personas que sufren de insuficiencia biliar presentan síntomas de deficiencia de ácidos
grasos esenciales y vitaminas liposolubles como vitamina A, D y E.
Para que la función de la bilis sea eficaz hace falta tener cantidades suficientes de los siguientes
nutrientes: el aminoácido taurina, vitamina C, magnesio y cobre.
AbsorciÓn de nutrientes
La absorción de nutrientes una vez digeridos depende de la salud de las mucosas que recubren
el intestino, del estado de la flora intestinal y de la eficacia en la eliminación del material de
desecho.
Para mejorar el estado de la flora intestinal se recomienda un preparado de bacterias
beneficiosas -como Lactobacillus acidophilus o bulgaricus y bifidobacterias-.
Es tambien muy importante tratar las posibles disfunciones de la pared intestinal como pueden
ser las provocadas por una infección con candida, una excesiva permeabilidad intestinal o un
exceso de materia adherida al muro intestinal.
La Candida albicans es un hongo que habita en el intestino pero que bajo determinadas
condiciones prolifera y adopta una forma fungal que puede dañar la pared intestinal
produciendo inflamación y un exceso de permeabilidad.
El muro intestinal debe mantenerse sano para ser capaz de absorber los nutrientes
eficientemente y de evitar que asimilemos sustancias tóxicas.
Un muro demasiado permeable permite la entrada de parásitos, bacterias y químicos que
acceden a la sangre afectando a los diferentes sistemas del organismo.
Consejos prácticos para mejorar la digestión
1. Déjate guiar por el sentido del gusto y por tu apetito.
Si comes sin hambre o la comida no te sabe bien los jugos digestivos no fluyen apropiadamente y
el alimento será insuficientemente digerido.
2. Huye del estrés y las discusiones a la hora de la comida.
El sistema digestivo está regulado por el sistema nervioso autónomo, que a su vez está
poderosamente influido por la mente y las emociones.
3. Come sin prisa y mastica bien la comida.
Una comida bien masticada es mas fácil de ser atacada por las enzimas digestivas
4. Evita la combinación de alimentos ácidos con carbohidratos.
Los alimentos ácidos dificultan la acción de las enzimas salivales.
5. Incluye algo de proteína en cada comida.
Las comidas bajas en proteína no estimulan la secreción de la gastrina, que a su vez estimula la
secreción de ácido clorídrico.
6. Incluye en tu dieta mucha agua, pues ayuda al sistema digestivo.
Las verduras y cereales son importante en la alimentación diaria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alejandra siempre es bueno un jalon de orejas por como comemos o las cosas que ingerimos sin pensar, cambiando de tema feliz dia de la amistad espero que alli recibas el cariño de los tuyos, un abrazo a traves de la distancia

Noelia!!! dijo...

ale ya pareces enrique con los post largos... solo q a tus posts si les entendemos jajajajajajaja abrazos amiga q estes bien!!!