20 enero 2007

Prometo Cuidarte.

Cada día adquiere sentido de mucha urgencia el tomar conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y la necesidad de combatirlas a través de la prevención.
Escuche a su cuerpo.
No ignore los síntomas.
Si nota que algo anda mal, consiga ayuda rápido.
¿Cómo saber cuándo y cómo actuar? Aquí encontrará varias respuestas
El corazón es el gobierno del mundo de los sentimientos, fuente de inspiración de los poetas y de todos y todas -perdón, pero la redundancia en este caso es necesaria- las que en la etapa de la adolescencia, o en los arrebatos del enamoramiento, miramos al mundo a través de una gama de tonalidades y proclamamos la felicidad en estrofas que se quedan guardadas en los baúles de las nostalgias.
Pero el corazón es sobre todo el gobernante y líder de la vida física, sin derecho al descanso; todos los órganos pueden reposar, menos este motorcito que se nutre de sangre y oxígeno, que es tan fuerte como para soportar una aceleración a fondo, y también muy débil que lo afecta cualquier contrariedad, desilusiones o fracasos que repercuten en el cerebro, que desaniman, que causan aquello que se ha denominado estrés, fuente de múltiples enfermedades que arriesgan su funcionamiento.
Si sobreviene ese peligro, puede ocurrir el temido ataque cardiaco que, gracias a Dios, se puede prevenir.Es verdad que este mal no tiene edad ni sexo, pero el sector más vulnerable son las personas que pasan los 60 años, indicó el cardiólogo Alfredo Romero Dávalos, director de la clínica Incor. Diversas investigaciones científicas coinciden en señalar que las enfermedades del corazón y los derrames cerebrales son la mayor causa de muerte en el mundo, y que tienen mayor incidencia en los hombres.
¿Por qué? La ventaja de la mujer, si así se la puede llamar, radica en un componente aún no comprobado, dice Romero Dávalos, de que la menstruación la protege de este tipo de riesgo hasta que le llega la menopausia.
Lo que ellas deben saber Los signos de advertencia más comunes o ‘clásicos’ de ataque al corazón, pueden ser:
Presión incomoda, apretura o dolor quemante en el centro del pecho, que puede persistir durante varios minutos o bien ir y venir.
Dolor que se extiende por los hombros, cuello y brazos.
Incomodidad en el pecho con mareos, desmayos, sudor, náuseas o falta de respiración.
Otras señales de alerta Dolor de pecho poco común o dolor estomacal o abdominal.
Náuseas o mareos (sin dolor de pecho).
Falta de respiración y dificultad para aspirar (sin dolor de pecho).
Ansiedad, debilidad o extremo cansancio sin explicación. Palpitaciones, sudor frío o palidez.
Resultados de diversos estudios señalan que no todos estos signos se producen en los ataques.
A veces desaparecen y luego vuelven.
Pero si tiene alguno de estos síntomas, pida ayuda rápidamente.
Los tratamientos son más efectivos cuando se suministran dentro de la primera hora de ocurrido el infarto.
Sin edadLa psicóloga Rosmary Moya sostiene que en cualquier edad se puede sufrir un ataque al corazón, debido a los problemas derivados de la depresión y la angustia.
Hay un detalle que le da un amplio margen favorable a la juventud, en particular a los adolescentes, que a pesar de ser la etapa en que se padecen estados ansiosos y alteraciones rítmicas del corazón, les ayuda mucho su organismo “porque es dúctil o flexible, capaz de acomodarse a cualquier circunstancias y superarla.
En cambio, el adulto tiene más dificultades para superar estos estados, de allí que son más propensos a sufrir de preinfartos o infartos”.
No hay dónde perderse en cuanto a la identificación de las causas.
Las responsabilidades que se asumen en la vida adulta hace que la persona sea más proclive a problemas cardíacos.
“Conozco un caso, de un señor que vendió su casa y su negocio para irse a España, y a pesar de llevar buen capital lo deportaron.
Ahora se encuentra con la disyuntiva de no saber qué hacer de su vida.
Esa situación le está ocasionando trastornos coronarios, por lo que actualmente está en control médico”.
Influencia de los estados de ansiedad El psiquiatra Wilbert Ayala señala que hay muchos trastornos mentales que se relacionan con problemas cardiovasculares.
Para él, la mente y el cuerpo son lo mismo.
Parte de la idea de que muchos problemas mentales afectan el cuerpo y viceversa. Estos problemas, en términos psiquiátricos, se conocen como depresión y ansiedad.
De hecho, la ansiedad afecta a todo el organismo y a nivel cardiovascular termina aumentando la frecuencia de los latidos del corazón, que causa un aumento del volumen sanguíneo dentro del cuerpo que puede traducirse en un infarto.
El miedoEl pánico también aumenta la frecuencia cardíaca, manifestó Ayala, por lo que las fobias pueden conducir a una crisis nerviosa.
Por ejemplo, una persona que sufre de claustrofobia y se ve encerrada en un ascensor, puede llegar a sufrir un infarto.
Sobre la base de su experiencia profesional sostiene que la mitad de los infartos que ocurren en Bolivia es producido por situaciones de ansiedad o depresión.
La inseguridadLas personas inestables son más proclives a padecer de problemas coronarios, porque no son capaces de responder adecuadamente a situaciones de estrés.
Al respecto, Rosmary Moya indicó que en el hospital de la Villa 1º de Mayo ha sido testigo presencial de personas que afrontan con mucha serenidad problemas muy fuertes y los asimilan muy bien.
En cambio, hay otras que tienen problemas sencillos, pero los exacerban y se ponen muy mal.
A veces, los médicos se han encontrado en la disyuntiva de preguntarse el porqué, si están medicados, no superan dicha situación de angustia y se debe sólo a su personalidad.
Por otra parte, las personas que cambia de carácter, los inestables, o aquéllas que todavía no han logrado asentarse, son, en general, más propensas a sufrir de infartos.
Asimismo, las personas nerviosas pueden, con el tiempo, desarrollar enfermedades cardíacas.
¡Por favor! no tarde, debe reaccionar de inmediato¿Siente los síntomas de un ataque al corazón?
No espere.
No tarde.
Los minutos importan.
Se dice, y aunque tenga poco asidero hay que tomar en cuenta este detalle, que generalmente las mujeres esperan más que los hombres antes de pedir ayuda.
Si se encuentra en una emergencia puede llamar a la clínica Incor, que tiene la especialidad para tratar males cardiacos.
Datos sobre el corazón Las enfermedades cardíacas figuran entre las principales causas de muerte de las mujeres en Estados Unidos.
En Bolivia no hay cuadros estadísticos.
Una de cada cinco mujeres tiene alguna forma de enfermedad cardiovascular.
Uno de cada cuatro hombres muere en un plazo de un año, a partir del primer ataque al corazón. En las mujeres las probabilidades de desarrollar enfermedades del corazón aumentan dramáticamente después de la menopausia.
Más mujeres que hombres tienen un segundo ataque al corazón, en un plazo de cuatro años contados a partir de su primer infarto.
Las afroamericanas tienen 60% más probabilidades que las mujeres blancas, de morir de enfermedades coronarias.
Las mujeres con diabetes tienen de tres a cuatro veces más probabilidades que los hombres de desarrollar enfermedades cardíacas.
Una gran mayoría no piensa que las enfermedades cardíacas son la principal amenaza contra su salud.
Por eso no se somete a un control médico anual.
Situación de peligro
Usted puede estar germinando riesgo de desarrollar enfermedades del corazón si:
* Fuma o consume tabaco.
* Tiene diabetes.
* Tiene alta presión arterial.
* Tiene altos niveles de triglicéridos o malos niveles de colesterol.
* Tiene un estilo de vida sedentario o hace poco ejercicio físico.
* Tiene exceso de peso.
* Tiene un historial de familia con enfermedades cardiovasculares.
* Tuvo la menopausia antes de los 40 años.
* Ya ha sufrido un ataque al corazón.
* Tiene altos niveles de estrés. (O sea, siente poco control sobre su ambiente).
* Para reducir el riesgo Deje de fumar.
* Siga una dieta saludable para el corazón.
* Mantenga un peso saludable.
* Controle la presión arterial y los niveles de azúcar y colesterol en la sangre.
* Haga por lo menos 30 minutos de ejercicio, preferiblemente todos los días.
* Acuda a realizar un control médico general, por lo menos una vez al año.
* Aprenda a reducir y controlar el estrés.
* Haga actividades que puedan mejorar la salud del corazón, como jardinería, caminatas,
limpieza de la casa y subir escaleras, entre un sinfín de cosas.
En cifrasDiversos estudios realizados en el mundo cuyos datos se los encuentra en las páginas de
Internet, demuestran que en los países occidentales cerca de 600.000 personas -de diferentes
edades- sufren del corazón. En Estados Unidos las cifras son más alarmantes. Se estima que 1,1
millones de personas tienen problemas cardíacos, según las investigaciones hechas por el
laboratorio bioquímico Novartis. En Latinoamérica el número de personas que padecen de
complicaciones en el miocardio también se ha elevado. Por ejemplo, en Argentina se realizó una
investigación a cargo del Área de Investigación de la Sociedad de Cardiología y se estableció que
el 36% de la población argentina padece de enfermedades cardiovasculares. Otros datos
recientes han corroborado que la segunda causa de muerte en nuestros países, después de los
problemas derivados de la pobreza, es el infarto. En la década de los años 90, la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) publicó un estudio en el que informaba de que de 100.000
personas, un total de 301 hombres y 240 mujeres murieron por infartos.En los últimos años la
cifra se ha elevado considerablemente en países como Brasil, donde hace tres años murieron
139.601 personas; en México fallecieron 51.454; en Argentina 34.292; en Colombia 1.289; en
Venezuela 17.967 y en Cuba 16.275.
Plan alimenticioUna buena alimentación, es decir, la ingesta adecuada de nutrientes, indica la
nutricionista y dietista Lorena Del Pilar Rivera, puede ayudar a modificar la incidencia de los
males cardiacos. La disminución de grasas saturadas y colesterol en la dieta, así como el
incremento de fibras en la misma, además del consumo de vitaminas con acción antioxidante,
(vitaminas C y E) tienen un efecto cardioprotector.
Ella ofrece seis consejos saludables para
evitar problemas con el corazón.
Recuerde que alguien dijo: “Las personas expuestas a un mayor
riesgo cardiaco pueden cambiar su futuro en la mesa del comedor, sin recurrir al botiquín”.
* Una dieta baja en grasas saturadas no es suficiente: Incremente el consumo de aceite de oliva,
soya, maíz, frutos secos y grasas esenciales que hay en pescados y aceites de pescado, porque
ejercen un efecto positivo para ‘adelgazar’ la sangre y evitan que se dañe la capa interna de las
arterias. Se recomienda consumir 3 a 4 veces por semana pescado o atún al agua.
* Evite el consumo exagerado de sal, como alimentos en salmuera, caldo en cubitos, extracto de
carne, embutidos (chorizo, salchicha, jamón, etc.), carne de cerdo, hígado, sesos, riñones y
chinchulines, porque pueden ayudar a subir su presión arterial y de este modo ejercer un efecto
negativo para su corazón.
* No llegue al exceso de alcohol, porque puede producirle un aumento de las grasas en la sangre,
ser causa de arritmias, problemas cardiacos y aumentar el riesgo de muerte súbita.
* Evite la cafeína. Recuerde que no sólo el café contiene cafeína, sino también el té, el cacao en
polvo y bebidas ‘cola’. Es mejor beber infusiones de hierbas como manzanilla, anís, té de
zanahoria, de cedrón, café de cebada y café descafeinado, entre otros.
* No menosprecie el valor del ajo. Agregue dientes de ajo a sus comidas, le beneficiará
grandemente porque ayuda a disminuir su presión arterial, ‘limpia’ la sangre y mejora la
circulación de la misma. Lo mismo puede decirse de su ‘hermana menor’: la cebolla morada.
* Aumente el consumo de fibra. Los vegetales, verduras, frutas, cereales integrales y legumbres
cumplen un rol importante al disminuir la absorción del colesterol ‘malo’ que ingerimos en las
comidas.

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