Latinoamericanos y sus vivencias en Suiza.
Muchos latinoamericanos piensan que la vida en Suiza es el paraíso mismo, que todo es fácil y sin problemas.
Hay quienes creyeron haber hecho el negocio de su vida, al casarse con un suizo o con algún europeo, pero la realidad ha sido muy diferente.
En principio una boda mixta abre las puertas de Europa y en particular de Suiza, para los cónyuges que adquieren derechos de residencia y de trabajo.
Eso es en lo teórico, pues en la realidad la situación es muy distinta. Tras la “luna de miel” todo camina sobre prados florecidos, pero apenas aparecen las primeras desavenencias los problemas comienzan.
No nos referimos aquí a diferencias culturales, idiomáticas o profesionales. Es un enfoque a lo más simple de la vida, al deterioro de la convivencia cotidiana, que en ciertos casos se transforma en un drama para los afectados. En un foro Internet consagrado al tema conseguimos reunir algunos testimonios, que por si sólo reflejan una realidad que ya es corriente en este caso de rupturas. Las personas que aceptaron de testimoniar, conservan aquí los mismos seudónimos que escogieron al entrar a participar en el foro.
Seducida y abandonada
Nube (seudónimo del periodista de Swisslatin que actúa de coordinador del debate): ¿Cómo y cuando conociste a tu pareja?
Nela: En Perú. El andaba visitando mi país como turista.
Nos conocimos y nos gustamos, pero durante el viaje no pasó nada de profundo entre nosotros.
Cuando el regresó a Basilea me dijo que estaba enamorado de mi y me propuso que me viniera y que un día podríamos casarnos, lo que acepté.
Nube: ¿Y que pasó después?
Nela: Al principio fue todo lindo, aunque su familia se opuso a nuestra relación desde el principio, a pesar de que yo renuncié a mi carrera por él.
Cuando recién estaba acostumbrándome a vivir en Suiza, apareció con otra mujer y me dijo que ya no sentía nada por mi y que todo se había terminado.
Me echó de la casa y me compró un pasaje de avión para que regresara al Perú.
Como no tenía papeles me amenazó con llamar a la policía. No tuve más remedio que volverme.
Lo peor es que al mismo tiempo quedé embarazada y ahora él dice que ese hijo no es suyo y tampoco quiere saber nada de un examen de paternidad. He perdido un año de mi vida y nadie me ayuda....
Otro caso es el de Nora,
Nora: Lo tuyo no es nada con lo mío. Yo soy argentina y mi ex, también es un suizo, pero del Ticino.
En mi caso al cabo de un año comenzaron los problemas, justo cuando nació nuestro hijo.
Descubrí que el desgraciado tenía una relación con otra mujer, con la cual tenía ya dos nenas.
El descubrirlo en sus mentiras se volvió violento y alcohólico.
Tras varias golpizas, nos separamos, pero de nada me sirve ahora que mi hijo sea suizo, pues me pidieron que dejara el país, no me renuevan el permiso....Es injusto!
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